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| Fulgencio Plaza Rosa 1939 Bienservida |
Me crié con un sacerdote, Don José, y con mi tía y me enseñó a saber tratar a la gente, a tener respeto a los demás, a ser humilde y trabajador.
Ellos me enseñaron que deberíamos ayudarnos unos a otros sin interés porque todos nos necesitamos; unos necesitan más ayuda que otros. Al final no te queda nada material, sino la satisfacción de hacer y el no tener rencor con nadie.
A mí me gusta salir por las mañanas a la huerta, ir al hogar del jubilado, colaborar con la asociación, hablar con las personas. La recompensa es que me encuentro muy feliz.
Aquí os dejo una de las intervenciones de nuestros mayores, si queréis ver más entra en:
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